El estudio de arquitectura con base en Barcelona RipollTizon, acaba de completar un proyecto de Viviendas Sociales en la isla de Mallorca, donde los mismos arquitectos realizaron en tiempos recientes una escuela para la infancia.

El proyecto es un complejo de viviendas sociales que siguen un específico programa, donde se pretende dar protagonismo a los matices y a la escala acotada de lo doméstico y lo particular, comenta Pep Ripoll y Juan Miguel Tizón.

“Buscar la sorpresa bastará con pasear por el lugar, y observar los patios, los filtros, la luz, el parcelario, la pequeña escala de las edificaciones.” Comentan.

El catálogo de viviendas que se agrupan tridimensionalmente siguiendo unas reglas claras, sencillas y lo suficientemente abiertas como para resolver un conjunto adaptado a la diversidad de situaciones que el programa demandado y el entorno requieren.

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Se respeta la alineación a la calle y se reconoce la profundidad del solar, mientras el conjunto se estira entre los límites. El juego con las medianeras que lo limitan, hacen desaparecer unas y valorizan otras, envolviendo un patio interior-plaza que organiza las circulaciones y zonas públicas.

Las unidades de vivienda se generan a partir de un espacio de una o dos alturas (módulo estar-comedor-cocina) al que se agregan otros espacios de menor tamaño (módulos dormitorio-baño/ dormitorio-almacenaje).

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Las diferentes posibilidades de agregación dan lugar a distintas configuraciones espaciales para unos mismos elementos del programa o diferentes superficies según el número de módulos agregados.

“Esta lógica de agregación espacial permite pensar en cada unidad en relación a un conjunto que busca ofrecer un paisaje variado” concluyen los arquitectos.

“Rico en matices y adaptado a sus condiciones físicas sin perder la calidad, el rigor y la estandarización que un desarrollo de la vivienda social requiere.”

 

Jose Hevia / Domus